Los Pilares de la Ética: Conciencia, Libertad y Valores - Priscila Orúe

 

Los Pilares de la Ética: Conciencia, Libertad y Valores

La reflexión ética sobre la conciencia, la libertad y los valores ha sido un tema recurrente en el pensamiento humano a lo largo de la historia. En este contexto, Augusto Hortal Alonso ofrece una exploración profunda de estos conceptos fundamentales en su obra. En este ensayo, se argumentará que la conciencia moral, en su capacidad para discernir entre el bien y el mal, no solo actúa como guía en la toma de decisiones éticas, sino que también se establece como la norma central de la moralidad, orientando y evaluando constantemente nuestras acciones y decisiones en función de principios éticos arraigados en nuestra conciencia.

De manera que, la conciencia moral, según Hortal Alonso, es una facultad interna que permite discernir entre el bien y el mal, basándose en principios éticos interiorizados a través de la educación, la experiencia y la reflexión personal. Esta capacidad de autoevaluación y reflexión ética es fundamental para la toma de decisiones responsables. La conciencia actúa como un juez interno que llama a actuar de acuerdo con principios morales sólidos. En sus palabras, "la conciencia moral desempeña el papel crucial de advertir y estimar las valoraciones implicadas en nuestros actos, proyectos y decisiones" (Hortal Alonso, 2024). Este juicio interno es esencial para el desarrollo de una moralidad personal que no solo juzga nuestras acciones, sino que también interpela a mantener coherencia con nuestros valores éticos.

 Por otra parte, la libertad es un tema central en el documento, abordado desde múltiples perspectivas. A nivel social y político, la libertad se entiende como la ausencia de esclavitud y la capacidad de autodeterminación. Sin embargo, la libertad interior, que implica la capacidad de elección consciente y la autodeterminación, es igualmente crucial. Esta libertad interior permite ser verdaderamente responsables de las acciones, ya que, sin libertad, la responsabilidad individual no podría existir. Hortal Alonso señala que "la libertad es un presupuesto fundamental para la vida moral, ya que sin libertad no podríamos ser responsables de nuestras acciones ni participar plenamente en la vida social" (Hortal Alonso, 2024).

 

Así mismo, los valores éticos, como la serenidad, la impasibilidad y la moderación son de gran importancia. Estos valores son esenciales para fortalecer la libertad individual en un mundo influenciado por el consumismo y el marketing. Vivir de acuerdo con principios morales sólidos nos protege de influencias externas y permite ejercer la libertad de manera auténtica. Hortal Alonso subraya que "la relación entre la libertad y los valores éticos es intrínseca, destacando la importancia de vivir de acuerdo con principios morales sólidos" (Hortal Alonso, 2024).

 

Cabe señalar que la discusión sobre la libertad también se extiende a sus raíces teológicas. La libertad como autodeterminación está vinculada a conceptos de redención y liberación del pecado. En la teología cristiana, la verdadera libertad se alcanza al liberarse del pecado y actuar en consonancia con la voluntad divina. Esta perspectiva teológica enriquece la comprensión de la libertad, no solo como una capacidad humana, sino también como un don que debe ser cultivado y protegido. Hortal Alonso explica que "la libertad tiene sus raíces en el contexto teológico, vinculada a la redención y la liberación del pecado" (Hortal Alonso, 2024).

 

 

En conclusión, es de gran importancia reflexionar profundamente sobre la importancia de la conciencia moral, la libertad y los valores en la toma de decisiones éticas. La conciencia moral guía como una voz interior, la libertad permite ser responsables de las acciones, y los valores éticos proporcionan un marco sólido para vivir de manera auténtica. Al integrar estos elementos en la vida diaria, se puede construir una existencia moralmente responsable y auténtica, contribuyendo así a una sociedad más justa y humana.

Priscila Orúe